Existe en nuestro país una tendencia eterna a politizar el mundo de la enseñanza de manera que lo que hace un partido cuando gobierna se deshace cuando gobierna el contrario. En 40 años de democracia se han sucedido los intentos de uno y otro lado por acercar el modelo a sus ideales sin pensar seriamente en las consecuencias de sus bandazos, quizá más preocupados en legislar de cara al voto. Si somos objetivos y dejamos de lado a quién votamos, el resultado es bastante desalentador. Por mucho que se hable de una generación llena de creadores de start-ups y fantásticos empresarios en el futuro, que seguro que existen y existirán, el estado actual de preparación media de nuestros jóvenes no es nada esperanzador: Urge acometer el diseño de un sistema que olvide rencillas e intereses políticos anticuados y elimine las diferencias entre comunidades autónomas empeñadas a veces más en adoctrinar que en enseñar a pensar, El tiempo en esta década corre en nuestra contra como nunca lo ha hecho, y pensar que podremos tener millones de YouTubers o especialistas en programación o en marketing digital ganando dinero fácilmente y creando empresas modélicas de la nada es cerrar los ojos a los problemas que afectan de lleno a una generación en peligro de perder su futuro antes de haber llegado a conocerlo.
Algunos datos comparan nuestro sistema con el de otros países modernos:
1.- El 19% de los estudiantes españoles deja de estudiar al terminar la ESO. España es el segundo país de la Unión Europea con mayor porcentaje de abandono después de Malta. Nuestro porcentaje de abandono DUPLICA la media de la Unión Europea.
2.- El 31% de los alumnos ha repetido curso al menos una vez antes de cumplir 15 años.
3.- Los estudiantes españoles en el informe Pisa van dos cursos académicos por detrás de Singapur en Matemáticas.
4.- El nivel del Universitario español es equivalente al de un alumno de Bachillerato de Holanda, Dinamarca o Japón.
5.- El 36% de los españoles reconoce que no lee nunca.
** Fuente: diario El Mundo, edición domingo 14 de enero de 2018.